Al igual que para comprar el colchón de nuestra cama elegimos el que mejor se adapta a nosotros, para seleccionar la cama para tu perro debes hacer lo mismo, recuerda que es su lugar de descanso. Para elegir correctamente la cama del perro piensa en lo que te gustaría a ti si fueras él.
- Si llega a tu hogar un cachorro, no te precipites en comprar una cama pequeña para el tamaño que tiene en ese momento, piensa que crecerá rápidamente, por lo que será mejor comprar una que le sirva para cuando sea más grande.
- Una cama que sea pequeña para el tamaño de tu perro es incómoda, pero una demasiado grande también lo es. Se debe elegir la que corresponda con su tamaño, no por ser más grande es mejor.
- A la hora de la elección piensa en la facilidad para limpiarse pues es muy importante realizar una limpieza semanal ventilándola y así evitar la acumulación y la reproducción de ácaros.
- Si el perro es de raza grande necesitará una cama muy mullida, en cambio para los perros más pequeños sirven las que tienen menos relleno.
- Está muy bien comprar una cama con un bonito diseño, pero lo más importante es la comodidad, por lo que debe ser lo primordial a la hora de su elección.
- El relleno de una cama cómoda para tu perro siempre debe estar elástico y no compacto. Si no es así, debemos cambiarla por una nueva.
- La cama debe ser desmontable, es decir, que se puedan quitar las distintas partes para poder lavarla frecuentemente sin problemas. Por eso, el material del que este fabricado, debe ser lavable.
- La cama debe estar colocada en un lugar alejado de enchufes o cables, y por supuesto, en una zona que no interrumpa el paso. Además se debe elegir un lugar donde no haya ni demasiado frío ni demasiada humedad.
- Si lo consideras oportuno, se puede colocar un par de camas, una de ellas en la zona de su dormitorio y otra en el salón (por ejemplo) para cuando está la familia reunida. Así el perro sabe donde debe acostarse.