La gestación en la perra se puede dividir en dos etapas
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la embrionaria
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y la fetal.
Etapa embrionaria de la gestación de la perra
En esta etapa se empiezan a desarrollar los órganos, pero es en la fetal cuando los cachorros adquieren las tres cuartas partes de su peso al nacer.
Durante las primeras semanas no hay un aumento de las necesidades y la madre debe mantenerse en su peso ideal, si ya lo estaba no debe bajar de peso.
Un exceso de peso y la acumulación de grasa pueden suponer un riesgo de distocias, por lo que es recomendable pesar regularmente a la hembra durante la gestación.
Sin embargo, durante el último tercio los cachorros ganan hasta el 70% de su peso en el momento del nacimiento y la madre requiere un mayor aporte de energía, proteínas y minerales. Al mismo tiempo, se reduce su capacidad digestiva por el aumento de volumen del útero y la compresión que provoca sobre el tracto digestivo, por lo que el alimento que reciba la madre debe aportar altas cantidades de energía y proteína en raciones de pequeño volumen.
Durante la lactancia, la cantidad de leche producida será mayor cuanto mayor sea el tamaño de la madre y el de la camada. Una perra puede producir 2 o 3 veces su peso en leche; por ejemplo una hembra de Pastor Alemán con 7 cachorros produce unos 70 litros. Así mismo, una hembra de tamaño mediano con una camada de 8 cachorros, en el pico de lactancia, puede producir hasta 2 litros de leche al día.
La leche de la perra, comparada con la de la vaca, es mucho más rica en proteínas y grasa. Su producción conlleva unas elevadas necesidades de energía y proteína, que deben ser proporcionadas a través del alimento, así como de agua, que debe estar siempre disponible en grandes cantidades (la leche es agua en el 90%).
La etapa final de la gestación requiere de mayor aporte energético
Tanto en la etapa final de la gestación como durante la lactancia, las necesidades energéticas aumentan, en cada caso por distintas causas.
Necesidades enérgicas durante la gestación de las perras
Las necesidades energéticas de la perra gestante aumentan coincidiendo con un crecimiento significativo de los fetos, que se produce a partir de la sexta semana de gestación. Como respuesta a esta mayor demanda, se debe aumentar el aporte de energía un 10% semanal a partir del día 42.
Al mismo tiempo, es importante recordar que la hembra gestante no debe comer a voluntad, ya que la ganancia total de peso al final de la gestación no debe superar más de un 25% de su peso óptimo si es de tamaño grande, o de un 30% si es pequeña o mediana, por los riesgos de distocia en el parto.
Necesidades enérgicas durante la lactancia de las perras
Durante la fase de lactancia las necesidades energéticas aumentan debido a la gran cantidad de energía que la madre destina a la producción de leche (en el pico de lactación, la pena gasta tanta energía al día como si corriera 60 km) y por el alto contenido de grasa de la misma (tres veces mayor que el de la leche de la vaca).
Al contrario que las gatas, que utilizan las reservas acumuladas durante la gestación, la perra utiliza prácticamente como única fuente de energía el alimento. Por tanto, si no recibe un aporte energético suficiente, la perra adelgaza y se interrumpe la producción de leche, por lo que sus necesidades se deben cubrir con alimentos específicos y administrados ad libitum..
Para determinar estas necesidades se puede hacer una estimación aproximada estableciendo que equivalen a tres veces las necesidades medias de un adulto (y hasta cuatro veces en el pico de la lactación).
Pero se puede calcular de una forma más precisa con el método que establece la NRC (National Research Council), que tiene en cuenta distintos factores relacionados con el peso de la madre, el número de cachorros y el tiempo transcurrido desde el parto.
Aumento de las necesidades proteicas durante la gestación de la perra
Al final de la gestación y durante la lactancia, las necesidades proteicas se incrementan. Es importante cubrir esos requerimientos porque un aporte insuficiente puede provocar cachorros con bajo peso al nacer o una reducción de la producción de leche.
Último tercio de la gestación de la perra
En el último tercio de gestación, con el comienzo del desarrollo mamario y sobre todo por el crecimiento de los fetos, las necesidades proteicas son muy altas. Se calcula que aumentan hasta un 70% respecto a las de una hembra en mantenimiento.
Lactancia de las perras
La leche de la pena es muy rica en proteínas: 90 gramos de proteína/kg de leche (mucho más que la de la vaca, que es de 40g/kg). Los requerimientos de proteína durante la lactación son incluso más altos que durante la gestación, lo que se puede compensar aumentando la cantidad de alimento con un alto aporte proteico, que se ofrecerá a voluntad.
Otros nutrientes
Calcio. Los cachorros en el útero de la madre utilizan el calcio circulante para desarrollar sus huesos, por lo que se produce un aumento de las necesidades de calcio de la madre. Sin embargo, si los suplementos de calcio al final de la gestación son muy altos, la regulación de la calcemia se altera completamente: se inhibe la acción de la hormona paratiroidea, que será incapaz de adaptarse a esta fuerte movilización del calcio. Como consecuencia, la pena será más propensa a sufrir eclampsia.
Durante la lactancia, las necesidades de calcio son casi el doble de las de un adulto en mantenimiento.
Vitamina A. Los niveles en sangre de vitamina A son más bajos en la hembra gestante que en la que no lo está. Esto puede estar relacionado con las altas necesidades de esta vitamina por parte del feto y de los apéndices fetales.
Ácidos grasos. Los ácidos grasos esenciales son importantes para las primeras fases del desarrollo de los cachorros, sobre todo para la formación adecuada del cerebro y la retina en muchos mamíferos. Se ha demostrado que un suplemento de ácidos grasos omega 3, en especial DHA, tiene efectos beneficiosos en el desarrollo visual del cachorro. Se debe incluir el DHA en los alimentos para las madres y los cachorros en la fase de destete, y un suplemento de ALA (ácido alfa-linolénico) también es de interés en los alimentos para las hembras en lactación. De hecho, cuando las perras reciben este ácido graso pasa a la leche. Los cachorros lo pueden transformar más fácilmente en DHA que los adultos, aunque la eficacia del proceso disminuye con el destete.
Conclusión
Durante el final de la gestación y la lactancia, las necesidades de energía y proteína aumentan considerablemente. Para poder cubrir estos requerimientos, habrá que proporcionar un alimento específico racionado durante la gestación y sin límite en la lactancia.
Fuente: Argos, foto de mcguirekennel
Publicado por Cuida Tus Mascotas