Está muy extendida la creencia de que los perros pueden comer cualquier cosa, y en muchos hogares se les da sobras de la comida o los alimentos que toman normalmente los humanos, tan solo por costumbre o porque el animal nos pide mientras lo comemos.
Esta práctica no es beneficiosa para el perro, pues muchos de los alimentos que comemos los humanos no son recomendables para nuestra mascota.
A continuación, le mostramos una serie de alimentos que los perros no deberían comer.
- Cebolla. La cebolla cruda es tóxica para los perros si los consumen en grandes cantidades, o no tan grandes, aproximadamente unos 50 gramos. Este producto solo puede entrar en su dieta si está cocinada de alguna manera.
- Huesos. Aunque según se piensa toda la vida los perros han huesos, la verdad es que estos pueden astillarse y llegar a producir perforaciones en el intestino del animal. Es mejor darles los específicos para perros, que estén fabricados con una piel especial, o huesos grandes de vaca o de cerdo. En ningún caso se les debe dar huesos de ave o conejo, pues son más pequeños y más frágiles.
- Chocolate. Este alimento tienen en su composición una sustancia llamada teobrina, un componente que tomado por un perro en grandes cantidades produce signos de intoxicación, pudiendo provocar diarreas, vómitos temblores…
Debemos observar con mucho detenimiento las sobras que damos al perro, y aun así, una dieta basada en sobras no es equilibrada ni completa para un animal. Esas calorías de más, por muy sabrosa que le sepa al perro nuestra comida, no le favorece en nada a su salud.