El 50% de los perros mayores de ocho años sufren una enfermedad conocida como Disfunción Cognitiva Canina (DCC) , que presenta los mismos síntomas que el Alzheimer humano: pérdida de memoria, desorientación, cambios de personalidad, confusión y alteraciones psicológicas.
Lo que también se conoce como demencia canina, envejecimiento mental, senilidad o síndrome del perro viejo fue objeto de estudio de la Universidad Iberoamericana de Ciencias y Tecnología, que demostró que lo causan cambios físicos y químicos en el cerebro, no atribuibles sólo al envejecimiento.
Desorientación
– Le cuesta moverse por la casa
– Parece perdido en lugares con los que está familiarizado;
– No reconoce a la familia ni los hábitos diarios
– Disminuye su capacidad de alerta y camina sin rumbo fijo
– Se queda mirando a la pared o al vacío
Disminución de la interacción
– No saluda de forma efusiva a los miembros de la familia
– No está interesado en que lo saluden
– Ya no reclama atención
– Pasa menos tiempo jugando con los miembros de la familia o con otros perros
– No responde cuando se le incita
Alteraciones en el patrón del Sueño
– Duerme más durante el día y/o menos durante la noche
– Deambula por la casa durante la noche
– Ladra sin sentido durante la noche
Pérdida de los hábitos Higiénicos
– No pide para salir a la calle
– ‘Accidentes’ frecuentes en casa
– Pérdida del control de esfínteres
No obstante sólo el 12% se atreven a notificarlo ante el veterinario.
La intervención de los dueños ayuda a aminorar el decaimiento mental de sus mascotas. Simplemente se debe estimular mentalmente y de todas las formas posibles al animal: jugando con él, escondiéndole la comida para que la encuentre, enseñarle cosas nuevas cada semana, hacer caminatas cortas a lugares nuevos para él, hablarle e interactuar socialmente con él.
Hay que decir que los perros adultos todavía pueden aprender, les gusta complacer a sus dueños y ganarse premios. Aunque puede llevarles más tiempo y paciencia que a los perros jóvenes.
Nueva vacuna probada en perros contra el alzheimer
La empresa biotecnológica ARACLON BIOTECH, que lleva varios años investigando sobre el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad de Alzheimer, ha anunciado recientemente que tiene previsto iniciar a finales de año los ensayos con humanos de su vacuna contra el Alzheimer, hasta ahora las pruebas las han realizado con perros.
Entrevista a la Directora General de ARACLON BIOTECH, Pilar de la Huerta, para conocer las últimas novedades en el desarrollo de esta vacuna
¿Cuáles han sido los resultados de la aplicación de la vacuna en perros?
Los perros padecen un tipo de demencia asociada a la edad con muchas similitudes a la enfermedad de Alzheimer. Nuestra vacuna ha sido probada en perros y en ellos hemos visto que conseguimos el objetivo perseguido: bajar los niveles de la proteína beta amiloide en cerebro con el objetivo de que no se deposite dicha proteína en el cerebro y, por tanto, se evite la neurodegeneración y la formación de placas amiloides.
¿Cuál es el mecanismo de acción de la vacuna?
Introducimos un antígeno en el individuo para que el sistema inmunitario del paciente produzca una serie de anticuerpos que retiren el beta amiloide circulante con el objetivo de que el soluble en cerebro disminuya y, por tanto, no se deposite formando las placas amiloides, una de las lesiones características de esta enfermedad.
¿Cuáles son las dianas en las que se centra la vacuna?
En retirar las variantes beta amiloide 40 y 42 circulantes en el organismo con objeto de producir una bajada de las mismas variantes en el cerebro. Al no retirar cualquier variante de la proteína beta amiloide del cuerpo, sino sólo las 40 y 42, los efectos secundarios asociados a la vacuna son muy reducidos o incluso nulos.