Clases para cachorros (parte I)
Hasta hace unos años nadie sabían lo que eran, ni para qué servían pero hoy en día cada vez más clínicas veterinarias y centros especializados de adiestramiento ofrecen estas «fiestas para cachorros» a sus clientes, siguiendo el ejemplo de los Estados Unidos e de Inglaterra.
¿Para qué sirven?
Uno de los aspectos del manejo y educación de los perros (cachorros en esta ocasión) mas olvidados es la estimulación del contacto social. Solamente recientemente empezamos a descubrir su valor y su potencial. En efecto solo hace falta visitar cualquier foro sobre perros para darnos cuenta que el problema que representa un perro adulto que ha sido mal socializado (desde agresividad hacia los humanos o hacia otros perros hasta miedo incontrolable, inestabilidad que obliga a llevarlo siempre atado, etc.).
Y claro si posteriormente queremos adiestrar a un perro con una socialización pobre es como intentar construir una casa sin fundaciones.
Lo fundamental para tener un perro equilibrado y para poder llegar a disfrutar del perro adulto es conseguir una buena socialización durante su etapa de cachorro. Ya que es cuando como verdadera esponja que es, se deja moldear y persuadir fácilmente.
Todo el tiempo que le dedicamos en sus primeros meses nos lo pagará con creces en su etapa adulta.
¿Qué se consigue en las clases para cachorros?
1. Para el dueño: asegurarse una buena socialización de su perro y así lograr que se convierta en un adulto equilibrado. Además de controlar o incluso eliminar (posibles) problemas (futuros) de comportamiento, típicos de esta fase de la vida del perro tales como ser destructivo, saltar sobre las visitas, morderlo todo, ser sucio en casa, etc. Comportamientos que llegan a ser tan molestos que algunas personas han llegado incluso al extremo de deshacerse del animal en cuestión.
2. Las clases de cachorros suelen ser una experiencia placentera tanto para el dueño como para el perro. El perro suele ir contento al lugar de la clase (normalmente la propia clínica veterinaria) y por lo tanto asociara la clínica con un lugar de juego y diversión, de encuentro con otros cachorros y no un lugar donde huele raro y al que se va solo para recibir pinchazos. Tanto él como su dueño volverán con agrado.
3. Las clases de cachorros ayudan a mostrar todo el potencial genético de un perro ya que al aportarle la estimulación mental adecuada, lo transforman en un adulto más equilibrado. Lo que supondrá una mejor aceptación del perro y la popularización de su raza en la comunidad («qué buena es esta raza»).
¿Quién ofrece las clases para cachorros?
Aunque no están tan extendidas en todas las partes del mundo, normalmente son las clínicas veterinarias las que organizan estas clases, ya que suelen ser los primeros profesionales en tener contacto con el cachorro (para las vacunaciones, desparasitaciones, etc.).
Normalmente se celebran fuera del horario de la consulta al público. Se desinfecta el área de trabajo (para evitar peligro de transmisión de enfermedades) y se habilita para «la fiesta de los cachorros, de aproximadamente la misma edad, y de sus dueños». La finalidad es que todos puedan aprender lo que se debe hacer, cuales son los comportamientos aceptables, cuales se premiarán y cuales deberán ignorarse. Prohibidos quedan los collares de castigo, y las órdenes que hay que obedecer al segundo. Tampoco se permitirá que el dueño deje al cachorro a su suerte mientras él se dedique a charlar con los demás propietarios. Es el momento de interacción y aprendizaje entre cachorros y personas.
¿Qué aprenderá tu cachorro?
Desde las primeras semanas de vida tiene que aprender a comportarse y:
* Tolerar y aceptar otras personas (mujeres, hombres, niños; personas discapacitadas, bebes, etc.), sean conocidas o no,
* Aprender a estar solo, tranquilo y callado, sea donde sea,
* Disfrutar en todo tipo de entornos y situaciones,
* Aprender a ser limpio y conocer los sitios donde puede hacer pis y caca,
* No saltar sobre la gente cuando les saluda, pero sentarse para saludar,
* Saber inhibir el mordisco (es decir aprender la diferencia entre morder y entre coger algo en la boca con suavidad),
* No subirse al sofá o la cama, ni destrozarlos,
* No perseguir objetos o personas que pasan por delante de él,
* No «defender» sus juguetes o comida,
* Y a ser, en unas palabras, un cachorro/perro agradable, amistoso y tolerante, preparado para encajar bien en cualquiera situación futura.
Es evidente que no debemos desaprovechar esta etapa en la que el cachorro es tan receptivo (para lo bueno y para lo malo: tan fácilmente aprende comportamientos deseados como indeseados) y hacer todo el trabajo necesario para lograr un comportamiento idóneo. Así que para garantizar el éxito, lo mejor es comenzar en cuanto antes. Es sumamente importante que tengas en mente que tú puedes hacer que tu perro se adapte perfectamente a tu estilo de vida, y sea un perro de ensueño y no una pesadilla.
Fuente: i-Perros.com
El sitio para conocer a fondo el mundo de los perros y los cachorros.