Un problema bastante frecuente con el que nos podemos encontrar y que debemos considerar en el caso de tener una mascota son las intoxicaciones, y por ello debemos empezar conociendo las intoxicaciones más frecuentes en perros. En esta ocasión vamos a analizar como deberemos proceder en el caso de que se produzca la intoxicación de una mascota.
Los síntomas de intoxicación de una mascota
Evidentemente tenemos que partir de la idea de que existen distintos tipos de intoxicación, por lo que los síntomas también variarán en función de la que se trate.
No obstante, a modo de puntualización general podremos apreciar trastornos digestivos, trastornos nerviosos, alteraciones en la temperatura de nuestro compañero, trastornos respiratorios e incluso hemorragias.
Es muy importante que en el caso de que apreciemos la posible intoxicación de una mascota procedamos rápidamente a identificar el producto por el que se ha producido para a continuación llamar al veterinario y proceder a realizar los primeros auxilios.
Durante los primeros minutos tendremos que estabilizar a nuestra mascota para posteriormente evitar que la absorción siga su curso. Finalmente se procederá a la eliminación del tóxico.
El tratamiento para la intoxicación
Como hemos comentado anteriormente, lo primero que tenemos que hacer es identificar el tóxico y a continuación llamar al veterinario. Una vez hecho esto procederemos a realizar los primeros auxilios.
En el caso de que no podamos saber cuál es el tóxico no deberemos llevar a cabo los primeros auxilios, ya que lo que podemos acabar haciendo es empeorar la situación.
En el caso de que sí lo hayamos hecho procederemos a vaciar su estómago con el objetivo de disminuir la absorción. Para ello deberemos inducir al vómito utilizando sal gruesa o incluso agua oxigenada de 10 volúmenes la cual se dosificará con 10 ml por cada 10 kg de peso del animal.
Esta solución la aplicaremos directamente por boca, pero en el caso de que el tóxico sea corrosivo, estricnina o un derivado del petróleo nos abstendremos.
Otro paso importante es proceder a lavar al animal para evitar que en el caso de que el tóxico se encuentre en su piel se produzca una absorción transcutánea.
En el caso de que se haya introducido tóxico en los ojos lavaremos con suero fisiológico o con abundante agua.