La ansiedad y los nervios en los perros es algo más frecuente de lo que muchas personas piensan. Por esta razón, en el artículo de hoy vamos a dar algunos consejos para poder detectar los estados nerviosos de nuestros perros a fin de poder corregirlos cuanto antes.
Los nervios y la ansiedad en los perros
Por norma general, muchos perros pasan en algún momento de su vida por alguna situación de estrés como puede ser un cambio de familia, el destete, etcétera. Esto puede ser un detonante de la aparición del estrés y, por tanto, una mala gestión de los nervios.
Suele ser bastante fácil comprobar cuándo un perro es nervioso o incluso si padece de ansiedad. Podemos observar comportamientos distintos ya sea con nosotros mismos o en su relación con el propio entorno.
Una de las razones por las que es importante analizar los estados nerviosos de nuestros perros es debido a que, en algunos casos, dichos compañeros suelen acabar teniendo un comportamiento más agresivo y violento, ya sea con personas, con otros animales o incluso con los objetos con los que interactúa de forma cotidiana.
No obstante, también cabe destacar que tenemos que tener en cuenta que hay determinados comportamientos naturales en los perros pueden denotar agresividad cuando en realidad tan sólo se busca mantener un equilibrio dentro de la manada. Un buen ejemplo es cuando varios perros están jugando y de repente uno de ellos pasa a tener una actitud más agresiva. Es decir, se para y gruñe haciendo que los que estén a su alrededor se vayan disolviendo o incluso llegue a haber algún tipo de enfrentamiento.
Si la cosa no llega más, hemos de tener en cuenta que no se trata de un perro agresivo necesariamente, sino que entre ellos establecen unos valores y unas pautas para poder mantener su propia relación.
Las muestras de nerviosismo en los perros
No obstante, sí existen algunas muestras que nos pueden llevar a considerar que nuestro perro es excesivamente nervioso.
Una de las más características es que vaya destrozando todo lo que se encuentra en la zona donde vive. Tirar en exceso de la correa y tener dificultad para obedecer nuestras órdenes también suelen ser muestras de nerviosismo bastante pronunciadas. No obstante, hay que tener en cuenta que este tipo de comportamientos suele ser muy habitual especialmente en cachorros, por lo que nuestro objetivo será educarlos para conseguir un equilibrio perfecto.
Sin embargo, en los casos en los que veamos que el perro tiende a tener un comportamiento agresivo con todos los demás animales o inclusive personas, sí podemos encontrarnos ante un caso que deberemos tomarnos en serio para poder solucionarlo cuanto antes.