En esta ocasión vamos a hablar del entrenamiento de nuestros perros para el paseo, dando algunos consejos que nos pueden ser de utilidad a la hora de sacar a nuestro compañero a la calle.
La dificultad de entrenar a algunos perros
Por todos es sabido que cada perro es un mundo, y esto se demuestra tanto en su comportamiento como en sus costumbres y en el modo en el que se relaciona con su entorno.
Esto hace que el entrenamiento varíe dependiendo de la raza y de las características relacionadas con su comportamiento fundamentalmente.
No obstante, hay que tener claro que todos y cada uno de los perros pueden ser entrenados de forma que aprendan a obedecer las órdenes que les damos, aunque con algunos de ellos nos costará más trabajo que con otros.
Pese a ello, siempre debemos tener claro que se trata de nuestro amigo y compañero, por lo que dedicaremos el tiempo que sea necesario para conseguir que sea obediente y de esta forma evitemos peligros en el futuro.
Consejos para entrenar nuestro perro
Hay que tener en cuenta que todos los perros suelen tener un comportamiento parecido a la hora de dar paseos. Esto significa que si no están entrenados tenderán a tirar de la correa y a querer jugar con otros perros o personas, pelearse, cruzar peligrosamente las calles, etcétera.
El primer consejo que damos es que tenemos que ser firmes a la hora de dar las órdenes a nuestro compañero. Esto significa que nunca pasaremos por alto los malos comportamientos, y siempre premiaremos los buenos.
Las órdenes deberán ser claras y concisas, además que deberemos ayudarnos con la cadena para afianzarlas. Esto significa que un pequeño tirón de la misma a la vez que damos la orden oportuna, ayudará a nuestro compañero a afianzarla. Es importante que estas correcciones sean leves, ya que nuestro objetivo no es hacerle daño, sino llamar su atención.
En cuanto a la edad recomendada para comenzar suele ser sobre los tres meses. De esta forma conseguiremos que vaya asimilando mucho mejor las órdenes.
También es importante acostumbrar a nuestro compañero a que vaya andando con nosotros, algo que iremos consiguiendo conforme vaya avanzando el entrenamiento. Nuestro objetivo será fundamentalmente que en el caso de que salga a jugar y nosotros demos la orden, vuelva a nuestro lado y se siente. Por ello, también hay que ir alternando con el entrenamiento sin correa, para que poco a poco se vaya acostumbrando a la orden sin sentir que no tiene libertad.