COLLEGE STATION, EEUU — A casi 10 años de la clonación del primer gato, las predicciones de un gran mercado comercial para la «resurrección» de mascotas a partir de esta tecnología probaron ser un fiasco.
La empresa líder en clonación de mascotas en Estados Unidos dejó de operar en 2009 y el negocio de la clonación de ganado sigue siendo relativamente pequeño, con sólo unos pocos cientos de cerdos y vacas clonados al año en todo el mundo.
Pero los dueños de CC, la primera gata clonada, todavía la consideran un gran éxito. Más vieja y regordeta, más lenta por su edad, esta gata blanca y gris es como cualquier otro animal de su especie.
«La gente espera que haya algo diferente en ella», dijo Duane Kraemer, un investigador de la Universidad Texas A&M e integrante del equipo que clonó a CC.
«La llevamos a una exposición de gatos una vez. Un tipo que vino a verla dijo que se parecía a cualquier otro gato de granero», añadió.
CC, cuyo nombre son las siglas en inglés de Copia Carbónica, nació en un laboratorio de A&M el 22 de diciembre de 2001, a partir de una célula tomada de un gato calicó (tricolor) de nombre Rainbow e insertada en otro embrión de gato. El embrión fue luego implantado en una madre sustituta llamada Allie.
CC tiene exactamente la misma constitución genética de Rainbow, pero carece de su color naranja, ya que generalmente sólo pueden transferirse dos colores -no tres- cuando se clonan gatos calicós.
«La clonación es reproducción, no resurrección», dijo a la AFP Kraemer, ahora semi-retirado, durante una entrevista en su casa de College Station, Texas (sur).
Eso, sumado a un precio que podría alcanzar las seis cifras, es una de las principales razones por las cuales clonar mascotas no ha tenido un gran éxito comercial.
¿Por qué BioArts dejó el negocio de la clonación de mascotas hace dos años? Su director, Lou Hawthorne, escribió en la página web de la empresa que muy pocos clientes solicitaron sus servicios.
«Después de estudiar este mercado durante más de una década -y de ofrecer servicios tanto de clonación de gatos como de perros- creemos que el mercado es en realidad extremadamente pequeño», indicó Hawthorne en el ahora extinto sitio web de BioArts.
Y aunque muchos de los clones de su perro resultaron normales, los investigadores no pudieron explicar por qué algunos nacieron con defectos físicos.
«Un clon nació de color amarillo verdoso cuando debería haber sido blanco», escribió.
«Otros han tenido malformaciones del esqueleto, por lo general no paralizantes, aunque a veces graves y siempre preocupantes», añadió.
«Estos problemas son aún más preocupantes si se tiene en cuenta que la clonación es supuestamente una tecnología en general madura».
El primer clon de animal exitoso -la oveja Dolly- nació en 1996 en el Instituto Roslin de Escocia, pero fue sacrificado en 2003 después de desarrollar una enfermedad pulmonar.
Investigadores de la Universidad Nacional de Seúl clonaron en 2005 el primer perro del mundo, Snuppy (cuyo nombre es una combinación de las siglas de la universidad y de ‘puppy’, cachorrito en inglés).
La historia de CC se entrelaza con la de Genetic Savings and Clone, una empresa también dirigida por Hawthorne, que fue precursora de BioArts.
John Sperling, fundador de la Universidad de Phoenix, un centro de estudios terciarios con fines de lucro de Arizona (suroeste), invirtió cuatro millones de dólares para investigar la clonación animal en la Universidad Texas A&M en la década de 1990.
Hawthorne se asoció con la Universidad Texas A&M e inició la empresa Genetic Savings and Clone, un negocio que cobraba decenas de miles de dólares por clonar mascotas.
«Cuando CC nació y no se parecía al donante, (el vínculo entre) la parte comercial (del proyecto) y A&M comenzó a romperse», dijo John Woestendiek, autor de «Dog, Inc.: The Uncanny Inside Story of Trying to Clone Man’s Best Friend».
Según Hawthorne, CC socavó su intención de vender la clonación como una forma de resucitar a una mascota querida. Los investigadores de la Universidad Texas A&M no se sentían cómodos con que la empresa dijera que podía ofrecer réplicas de sus mascotas.
Al final, Sperling y Hawthorne se separaron de a Universidad Texas A&M. Genetic Savings and Clone se mudó a Wisconsin (norte), donde trató sin éxito de clonar perros. Eventualmente cerró y Hawthorne fundó BioArts.
La clonación de ganado ha sido más exitosa debido al valor comercial del ganado de buena calidad: los criadores están dispuestos a pagar decenas de miles de dólares por un clon de una vaca o de un caballo premiado. Cierto ganado es también más fácil y más barato de clonar que los perros, explicó Woestendiek a la AFP.
Con sede en Austin, Texas, la empresa de clonación ViaGen es una de las dos principales firmas de clonación de ganado de Estados Unidos.
«Hemos producido caballos clonados a partir de donantes estériles que ahora se reproducen con eficacia y ofrecen oportunidades de genética que no eran posibles con los donantes», dijo Lauren Aston, vocera de ViaGen, a la AFP.
«Hemos producido vacas lecheras que ganaron concursos internacionales», agregó.
Unas 3.000 cabezas de ganado fueron clonadas desde la clonación de Dolly, estima ViaGen. Actualmente en el mundo se clonan entre 200 y 300 vacas y de 200 a 300 cerdos al año, según Aston.
La empresa cobra 165.000 dólares por clonar un caballo, 20.000 por una vaca y 2.500 dólares por un lechón.
Los clones de ganado de ViaGen no han nacido con malformaciones y sus investigadores no saben por qué BioArts obtuvo esos resultados cuando clonó perros.
CC ha tenido una buena vida con sus dueños, Duane Kraemer y su esposa Shirley. Kraemer le construyó una casita para gatos de dos pisos, con aire acondicionado y un porche cerrado. Además, le acondicionó varios lugares cómodos en el fondo de su casa en College Station.
CC vive allí con su novio, Smokey, y sus tres crías. Aunque esta gata no tuvo una madre biológica, resultó ser una buena madre que siempre vigiló de cerca a sus cachorros.
«Ellos maullaban y ella ya estaba allí», contó Shirley Kraemer.
Fuente: AFP
Publicado por Cuida Tus Mascotas
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