Dentro de nuestro apartado de enfermedades hereditarias en los gatos, en esta ocasión vamos a hablar sobre la cardiomiopatía hipertrófica.
Qué es la cardiomiopatía hipertrófica felina
La cardiomiopatía hipertrófica felina es una enfermedad que se produce por la hipertrofia del ventrículo izquierdo (también puede producirse en el ventrículo derecho, pero es menos frecuente). No obstante, esta enfermedad no presenta otros síntomas como puede ser la hipertensión y otras afecciones.
Es importante también tener en cuenta que se trata de una enfermedad hereditaria que también afecta al ser humano. Gracias a ello, en la actualidad se disponen de mejores sistemas tanto de detección como para el tratamiento de nuestro gato.
Síntomas de la cardiomiopatía hipertrófica felina
La cardiomiopatía hipertrófica en los gatos puede permanecer oculta durante muchos años, y cuenta con el agravante de que es muy posible que no se detecte al realizar las pruebas pertinentes debido a que, mientras no se desarrolla, existe un funcionamiento normal de los ventrículos.
Por norma general, entre los síntomas más frecuentes en estos casos encontramos trastornos respiratorios que están fundamentados en la existencia de un edema pulmonar. No obstante, los más frecuentes son la pérdida de peso descontrolada, la falta de energía, los vómitos y la dificultad para realizar cualquier tipo de ejercicio físico.
Aunque no es lo más habitual, en ocasiones existe la posibilidad de que se produzca muerte súbita sin apenas haber presentado síntomas previos.
El tratamiento de la cardiomiopatía hipertrófica felina
Se trata de una enfermedad hereditaria, y es por ello que no existe una verdadera prevención para hacerle frente. No obstante, en los casos en los que el gato es detectado antes de que se produzca un desarrollo de la enfermedad, existe la posibilidad de conseguir que la progresión sea más lenta así como evitar las posibles complicaciones que tendría en caso de no realizar un tratamiento adecuado.
Evidentemente se trata de un caso bastante grave por lo que siempre deberemos ponernos en contacto con nuestro veterinario de confianza si consideramos algunos de los síntomas que hemos descrito anteriormente, de forma que podamos analizar la posible existencia de cardiomiopatía hipertrófica felina.
En cuanto al tratamiento que se llevará a cabo dependerá de la evolución de la enfermedad así como de los síntomas clínicos que presente nuestro gato.
El objetivo fundamental será disminuir la frecuencia cardíaca por lo que, además de medicar a nuestro compañero, deberemos prestar mucha atención a su actividad física, fomentando la relajación y minimizando el estrés que pueda sufrir.