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Los parásitos externos en los perros

Los parásitos externos de los perros son los conocidos como pulgas y garrapatas. Como su propio nombre dice viven en el exterior de la mascota, normalmente entre el pelo y adheridos a la piel. Para alimentarse estos pican al perro y se alimentan de la sangre, pudiéndose alimentar durante más de un mes.

pulgas y garrapatas perros

Que el animal se infecte de estos parásitos es muy sencillo, ya que se encuentran en cualquier lugar, incluso puede que le infecte otro animal, ya sea perro o no.

En cualquier caso la manera más sencilla de evitar que en el animal aparezcan estos parásitos externos es aplicando debidamente una pipeta y un collar antiparásito. Aun así, es importante inspeccionar la piel del perro regularmente para asegurarnos de que no tiene visitantes, sobre todo en verano.

Las pulgas en los perros.

Conocemos como pulgas a unos pequeños insectos de color marrón con tres pares de patas. Son succionadores y se alimentan de sangre. Además, cuentan con dos patas adaptadas para poder saltar. No solo afectan a los perros, también es muy normal que aparezcan en los gatos.

Una de los síntomas con el que podemos decir que nuestro perro puede tener pulgas es porque se rasque demasiado. No es necesario que ocurra esto, pero normalmente suelen provocar picores porque aparecen irritaciones en la piel.

Estos parásitos transmiten enfermedades, las más normales es la tenia o solitaria, y puede provocar anemias e infecciones.

Las garrapatas en los perros.

Las garrapatas son parásitos que pertenecen a la familia de los arácnidos, por lo que tiene ocho patas. Su alimentación se basa en la sangre de la persona o del animal donde se adhiere, creciendo cuanto más sangre chupe, pudiendo en algunas ocasiones multiplicar su tamaño hasta por diez veces.

Al igual que de las pulgas, el perro puede infectarse de garrapatas en cualquier lugar. Estos provocan irritaciones de la piel y pueden transmitir enfermedades muy graves como la Lyme.