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Los perros guía y el comportamiento ciudadano

Todos hemos visto en alguna ocasión a un perro guía también conocido como perro lazarillo. No obstante, hay personas que todavía no saben que debemos tener un comportamiento adecuado cuando veamos a uno de estos animales realizando su labor. Es por ello que vamos a hablar de los perros guía y del comportamiento ciudadano correcto.

Los perros guía y el comportamiento ciudadano

Los perros guía

Los perros guía o lazarillo son imprescindibles para poder ayudar a personas que tienen distintos tipos de afecciones. Aunque hasta el momento ha prevalecido su uso con el objetivo de ayudar a personas con deficiencias visuales, lo cierto es que cada vez se van adaptando más a prácticamente cualquier tipo de necesidad, incluyendo a personas de movilidad reducida y otras enfermedades que precisan de la ayuda y compañía de uno de estos fantásticos perros.

El objetivo de estos compañeros es el de ayudarnos a vencer las barreras que nos vamos encontrando día a día, ya sea para poder caminar sin ver o incluso para que nos acerque una silla de ruedas o nos ayude a levantarnos. Es por ello que estos perros deben tener un entrenamiento adecuado ya que deben ser conscientes de que son imprescindibles para poder detectar cualquier peligro que pueda encontrarse en nuestro camino.

Sin duda alguna, los perros lazarillo son necesarios para mejorar considerablemente la calidad de vida de millones de personas.

Cómo debe ser el comportamiento ciudadano ante un perro guía

Lo primero que debemos considerar cuando veamos a un perro guía es que se trata de un animal que en esos momentos está seguramente trabajando. Por ello, aunque nos parezca admirable y tengamos la necesidad de agradecer su labor, debemos considerar una serie de normas para que ni él ni su propietario se vean afectados.

Hay que tener claro es que se trata de un animal al que no debemos distraer. Esto significa que en el caso de que queramos saludarlo o acariciarlo deberemos antes preguntar a su dueño. Otra norma imprescindible es que nunca le daremos nada de comer sin preguntar antes a su dueño.

También es trascendental evitar los sustos innecesarios. Por ello, si vamos acompañados de nuestra mascota, evitaremos que pueda distraerlo o que lo asuste. Si vamos conduciendo, debemos mantener una mayor distancia para que no tenga miedo y pueda de esta forma realizar su trabajo correctamente.

En cuanto al acceso tanto a transporte urbano como a los establecimientos, estos perros están autorizados por ley, por lo que no se puede prohibir su paso.

Como podemos observar, hay muchos gestos de consideración que podemos tener con estos animales para ayudarlos en su admirable labor.