Se conoce como desungular a la operación por la que se elimina a los gatos sus uñas. Esta intervención no se puede considerar una tontería, ya que realmente lo que se realiza es amputar la última falange de cada dedo del gato, parte del tendón y por último el lugar de nacimiento de la uña.
Aunque parezca que no hay problemas en quitar las uñas a tu gato, y los resultados de la operación sean satisfactorios, es muy importante tener en cuenta los efectos psicológicos y de adaptación que puede producir al animal. Hay que tener en cuenta que los gatos utilizan sus patas y sus uñas para prácticamente todo. Es muy posible que aparezcan cambios en su conducta, en algunos casos será miedo y se aislará de los demás, en el caso opuesto se intentará defender atacando incluso a su dueño.
Aunque no lo parezca, el gato utiliza toda la pata para andar, incluidas las uñas. Si las eliminamos comenzará a andar de una manera antinatural, causando a largo plazo tensión en las patas y en muchas ocasiones, sobre todo si el gato padece sobrepeso, le producirá dolor.
Las uñas son parte de la anatomía del gato, eliminarlas puede suponer un beneficio para el dueño, pero en ningún caso supone un beneficio para el animal, al contrario, puede suponer muchos problemas.