Ya que no se ha terminado el mundo, vamos a contaros nuestra experiencia con una de las enfermedades, junto a la temida mixomatosis, que más muertes producen entre los conejos. La enfermedad en cuestión se llama Pasteurelosis, aunque la mayoría de las personas, suele utilizar Pasteurella, que es mucho más sencillo de recordar.
¿Qué es la Pasteurella?
La Pasteurella, es una de las enfermedades víricas más peligrosas que puede sufrir nuestro conejo.
Existen 3 tipos de Pasteurella:
-Aguda, la de mayor mortalidad por lo complicado de su diagnostico
-Subaguda, más fácil de detectar
-Crónica, cuyos efectos se centran en la piel del animal
Antes de contaros en qué consisten sus síntomas, queremos lanzar un mensaje de tranquilidad a todos aquellos que poseen este tipo de mascota. La Pasteurella, siempre que la cojamos a tiempo, es perfectamente curable y no deja ningún tipo de secuelas (Buster la tuvo hace unos años y está perfectamente sano).
Síntomas de esta enfermedad
El síntoma más conocido de la Pasteurelosis y por el que también es conocida, es por hacer que el conejo tuerza la cabeza de forma inusual hacia un lado. ¿Por qué pasa esto? Según pudimos descubrir en su día, este tipo de enfermedad, suele venir acompañada con algunos molestos invitados, como por ejemplo, problemas en las vías respiratorias como rinitis o neumonía, otitis, falta de apetito, baja actividad…etc.
Es bastante contagiosa, ya que se transmite a través de las vías áreas del conejo. Si tienes más de una de estas mascotas y sospechas que uno de ellos puede tener la enfermedad, lo mejor es que le aísles y le lleves al veterinario cuanto antes.
¿Cómo ha podido contraerla?
Aunque es una enfermedad que suele contraerse por el contacto con otro animal infectado, también es posible que pueda desarrollarse, como fue nuestro caso, sin que exista este tipo de contagio. ¿Es eso posible? Puede parecer increíble, pero es algo que puede llegar a producirse, ya que este tipo de virus puede estar alojado su organismo desde que era un gazapo y comenzar a manifestarse en un momento determinado.
¿Qué hago si veo que manifiesta algún síntoma?
Sabemos que es muy sencillo decirlo y bastante complicado de hacer, pero lo mejor que podemos hacer en estos casos, es mantener la calma y visitar nuestro veterinario de confianza lo más rápido posible. Una detección precoz de este problema, ayudará enormemente a que ese pequeñajo que tanto queremos, se restablezca cuanto antes.
¿Cuál es el tratamiento?
En el caso de Buster, tuvimos 2 tipos de tratamiento: unas gotas para el oído, con las que en unos 4 o 5 días parecía más aliviado y volvía a comer casi normalmente y para contrarrestar al virus, un antibiótico que debíamos triturar y mezclarlo con el agua de su bebedero.