Es normal que un cachorro esté continuamente jugando, corriendo, intentando morder todo lo que encuentra…en perros en edad joven es una conducta corriente y no existe ningún tipo de problema. Cuando debemos estar atentos es si el perro adulto hace este tipo de cosas, en ese caso es muy probable que estemos ante un perro hiperactivo y debemos poner solución.
Lo primero que debemos hacer, es intentar deducir de donde viene ese comportamiento y eso depende fundamentalmente de la vida que lleve normalmente el perro. Las causas más normales son: aburrimiento, intentar atraer la atención del dueño o situaciones de ansiedad por la separación con los miembros de su hogar. Realmente lo más importante es descartar que esa hiperactividad provenga de algún tipo de enfermedad, no es lo más normal, pero es mejor descartarlo desde un primer momento.
La clave para que el perro esté más tranquilo es recompensar las situaciones de relajación a través de premios e ignorarlo cuando se encuentre en momentos de hiperactividad. No se recomienda el castigo, pues tendríamos que hacerlo cada vez que muestre situaciones de demasiado movimiento. Para que cada vez sean menos estas últimas situaciones lo mejor es que el perro se ejercite a través de ejercicio y largos paseos.
Una de las situaciones más normales que ocurre en cachorros y en perros hiperactivos es que ladran continuamente. Para que deje de hacerlo de manera insistente debemos evaluar si esa es su conducta normal o si, por el contrario, la ha aprendido, y cuál es la razón por la que ladra. Solo de esta manera podremos solucionar el problema.
Como tratar a un perro hiperactivo
Tanto el problema de los ladridos como otro tipo de conductas que queremos y debemos suprimir se puede eliminar a través de tres métodos: la extinción, el castigo y la reasociación. Depende del tipo de problema y de perro se utiliza uno u otro.
Con la extinción se elimina la conducta aprendida por el perro. Para poder aplicarla debemos saber cuál es la razón por la que se provocó. En este caso debemos eliminar la recompensa por hacer dicha acción.
El castigo sirve para resolver conductas aprendidas o heredadas. Esto no quiere decir que haya que pegar o gritar al perro, al contrario, debemos hacer que el castigo sea impersonal. Eso se consigue por ejemplo, con los collares a distancia que emiten sonidos de baja intensidad o que emiten descargas eléctricas pequeñas. No todos pueden ser utilizados por todos los perros por lo que se debe consultar a un veterinario.
La reasociación se debe utilizar cuando la conducta se realiza cuando el dueño no está presente. El dueño debe aparecer antes de que el perro cometa la conducta inapropiada, y será recompensado por ello. La mala conducta se espaciará en el tiempo hasta llegar a desaparecer.
En la mayoría de los casos no es necesario siquiera acudir a uno de estos métodos, basta con estar más tiempo con el perro, haciendo actividades para que no se aburra y note el cariño y la atención de su dueño.