Seguramente, la mayoría de nuestros lectores ha visto en alguna ocasión perros comiendo excrementos. Se trata de una costumbre muy extendida y que generalmente no tiene efectos secundarios, aunque hay que llevar cuidado ya que podría llegar a traer complicaciones en relación con la salud.
Por qué los perros comen heces
Existen distintas razones por las que nuestro perro pueda comer heces o excrementos. Generalmente lo hacen con el objetivo de disminuir el volumen de suciedad en el lugar en el que se encuentran, aunque también suele ser porque en alguna ocasión los hemos regañado por hacer sus necesidades en un lugar que no deben, y de esta forma evitan que los regañemos.
Por otra parte también es posible que se deba a una cuestión de sumisión hacia otro animal con el que conviva. No obstante, lo más generalizado es que lo hagan porque les gusta su sabor.
Los problemas de que un perro se coma las heces
Como hemos comentado, por norma general no debemos preocuparnos, pero sí hay que tener en cuenta que es posible que en las heces existan parásitos y infecciones que puedan ser transmitidas a nuestra mascota.
Algunas de las más habituales son los hongos y larvas, aunque también pueden llegar a transmitir la parvovirosis y otras enfermedades.
Por ello es importante que evitemos la medida de lo posible que realicen esta práctica.
Cómo evitar que los perros se coman los excrementos
Evidentemente, la primera solución a la que tenemos que optar es mantener su zona lo más limpia posible, evitando de esta forma que haya heces que pueda comer. No obstante, esto puede llegar a ser más difícil de lo que parece, por lo que podemos pensar en distintos trucos que nos pueden ayudar.
En primer lugar, si estamos presentes y vemos que va a ingerir alguna deposición, lo más adecuado es coger alguno de sus juguetes para que cese en su empeño y aprovechar el momento para recogerla.
Otra forma interesante para evitar esta acción es conseguir cambiar el sabor de las heces. En el mercado podemos encontrar algunos productos que nos permiten conseguir esto de forma que poco a poco veremos que van perdiendo la costumbre. No obstante, en el caso de que no dispongamos de dichos productos a mano en el momento, podemos dejar la deposición y añadir productos que tengamos por casa y que le den un sabor que no les guste. Podemos utilizar algún tipo de salsa picante, productos con sabores fuertes o muy salados, etcétera.