El conejo, es además de un perfecto animal de compañía para casa, es una de las especies fundamentales en la cadena trófica de la fauna de la península ibérica y vital para el ecosistema con las funciones que desarrolla.
Se estima que del conejo dependen otras 40 especies de animales, por lo que se considera un animal básico para el conjunto de especies que integran la fauna de nuestro país, esto supone que la disminución de los ejemplares de conejos puede afectar de una forma directa o indirecta al resto de animales que dependen de él para su alimentación.
Desde hace años, el número de ejemplares en su espacio natural, sobre todo el monte, ha sufrido una perdida general, causada principalmente por la destrucción del hábitat necesario y de las numerosas enfermedades del conejo de tipo vírico, la enfermedad hemorrágica o la mixomatosis (algunas de ellas introducidas por el ser humano para controlar la población).
Algunos ejemplos de especies que dependen directamente del conejo son el lince ibérico o el águila imperial, ambas en peligro de extinción.
Con estos datos, es normal llegar a la conclusión de la importancia de salvaguardar la existencia del conejo en nuestros montes para poder preservar la diversidad y el conjunto de especies que lo habitan.
Funciones del conejo en su hábitat natural
Como ya hemos comentado, además de ser un alimento básico para otras especies en la cadena alimenticia, es un elemento muy importante en la comunidad vegetal mediante el pastoreo que realiza al dispersar semillas, la importante función que tienen sus madrigueras y sus letrinas para otras especies.
Considerado un ingeniero de ecosistemas, es un elemento clave en el ecosistema de la Península Ibérica en su actividad excavadora, mediante la construcción de las madrigueras y en la creación de simples hoyos, en las deposiciones que realiza de sus excrementos en letrinas, en la función que realiza como herbívoro y en la dispersión de semillas.
Como podemos ver, tiene una multitud de funciones en lo que se refiere a la modificación y aportación al ecosistema.
Pastoreo
Los conejos en su hábitat natural, tienen una función de mantener las zonas de vegetación y de mantener las plantas a una altura media, que de no ser por su existencia, serían zonas cerradas de forma natural. Estos efectos de mantenimiento, favorecen al resto de especies que habitan junto a él, ofreciéndoles un paisaje favorecedor para su habitabilidad.
Dispersión de semillas
Son capaces de consumir una gran cantidad de semillas y de distribuirlas en grandes áreas, beneficiando al ecosistema en general.
Deposiciones
Los conejos hacen sus deposiciones de excrementos en lo que podemos llamar “letrinas”. Los excrementos de los conejos son ricos en nitrógeno y fósforo, por lo que estas letrinas, tienen un efecto favorecedor para la tierra y para las especies vegetales existentes a su alrededor. Sus efectos fertilizantes son comparados a los del ganado.
Gracias a esto, muchas tierras han alterado su composición de densidad y biomasa de vegetación, poblando tierras donde no había existencia de plantas previamente, algo muy beneficioso para el ecosistema.
Además de la importancia que tienen estas letrinas para la vegetación, son una fuente de alimentación para muchas otras especies, como por ejemplo los escarabajos mediterráneos y otros invertebrados.
Madrigueras
Las excavaciones realizadas para formar sus madrigueras, son utilizadas como áreas de alimentación y refugio para otras especies de animales, como el lirón, el tejón o el lince o las lagartijas.
Además según numerosos estudios, estas excavaciones pueden afectar al ciclo de nutrientes, a la estructura de la tierra en general y a las filtraciones de agua.
Como conclusión podemos asegurar que el conejo es una especie clave para el mantenimiento del mediterráneo.
Fuentes del documento :
https://digital.csic.es/bitstream/10261/144177/1/conejoiberico.pdf
https://www.uco.es/investigacion/proyectos/biodehesa/wp-content/uploads/08_El_Conejo.pdf
buenisima la pagina web… =)
super esta pagina podemos aprender sobre nuestras mascotas y como cuidarlas