Tener un perro pequeño no significa que la convivencia sea más viable que con uno de raza grande. Debemos conocer los problemas de comportamiento, sobre todo los que tienen los perros que viven en ciudades.
Muchos propietarios piensan que los perros de raza pequeña no necesitan salir a pasear, o necesitan pasear menos. Colocan una bandeja con arena e intentan condicionar a su perrito a hacer allí sus necesidades. El paseo es fundamental para todos los perros, independientemente de su tamaño. Es el momento de estimularse mentalmente, conectar con el mundo exterior y hacer relaciones sociales. También es un tiempo de cubrir necesidades básicas, como el ejercicio, piensa que algunas razas fueron creadas para cazar.
El manejo de la correa debe ser suave. Debemos caminar a un paso intermedio, que deje olisquear a tu perro y no arrastrarlo bruscamente. La correa transmite mucha información y crea asociaciones con referencia a lo que pasa en el entorno. Por ejemplo, si se acerca un perro grande y rápidamente cogemos a nuestro perro en volandas, él lo identificará como un peligro, y posiblemente reaccione a los perros grandes como una amenaza y sentirá miedo.
Si algo es totalmente cierto es que nos gusta acariciar a los perros y eso revierte beneficios en ambas partes. Pero no siempre es agradable que te acaricien, bien porque la caricia es inadecuada o molesta, o porque son excesivas. Piensa como te sentirías si te estuvieran acariciando y abrazando todo el día.
La falta de relación social en edades tempranas, debido a que sobreprotegemos al cachorro, es un punto fundamental en los problemas de comportamiento.
Cuidado con los castigos físicos que realmente pueden hacer mucho daño o alguna lesión en el perro de tamaño pequeño. También los gritos o las amenazas son muy perjudiciales.
Hay que tener en cuenta que no son juguetes. Muchos padres compran un cachorro para que jueguen sus hijos. Este es un error grave, que con frecuencia trae problemas de convivencia entre niños y perro.
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