Esta es la sorprendente historia de un perro que recorrió 50 km en el estado de Oklahoma en Estados Unidos, para visitar a su dueña, una mujer de 91 años que estaba hospitalizada por un derrame cerebral.
La relación entre Oleta Kelly y Casey, un perro mestizo y callejero, se inició cuatro años atrás. Su nieta, Kristen Kelly, lo encontró una noche lluviosa, con signos de traumatismo y desnutrición. Al enterarse del rescate, Oleta pidió a la joven hacerse cargo del animal, convirtiéndolo en su mascota y compañía.
Si bien Kelly en primera instancia se negó, creyendo que un animal así no podía estar al cuidado de una frágil mujer anciana, finalmente accedió, convirtiéndose en la alegría de su abuela.
La salud de Oleta se resquebrajó al sufrir un derrame cerebral que la llevó a ser internada lejos de su hogar, siendo el perro acogido por la nieta y su familia. Forzada a viajar, Kelly no tuvo más remedio que dejar al perro a cargo de un vecino, de donde escapó sin poder ser hallado.
Habiéndose perdido todas las esperanzas de encontrarlo, la anciana se resignó en su cama de hospital. Sin embargo, una noche recibió la más asombrosa noticia. El asistente del hospital informó de la presencia de un perro delgado y con signos de descuido.
Cuando al día siguiente el esposo de Kelly fue a ver a Oleta al hospital, se encontró al visitante de cuatro patas dado por desaparecido 60 días atrás.
El reencuentro entre Oleta y su perro Casey fue más que emotivo, y si bien aún ella se encuentra en recuperación, Casey es llevado continuamente al hospital para pasar mayor tiempo con la mujer que le brindó techo, comida y cariño.
0 comentarios