Muchas veces, cuando optamos por adoptar una mascota, lo que hacemos es optar por cachorros o perros de corta edad, lo cual puede ser buena idea aunque también debemos tener en cuenta algunos aspectos importantes para conseguir que su crecimiento y evolución sean positivos. Hoy nos vamos a centrar en el primer año de nuestro perro.
La importancia del primer año de nuestro perro
Como hemos comentado, durante el primer año en nuestro perro se formará tanto física como intelectualmente, razón por la cual tenemos que preocuparnos desde el primer momento de su formación y su alimentación.
Por otra parte, debemos tener en cuenta que se trata de un animal muy joven y dependiente, ya que hasta hace poco estaba acostumbrado a estar con su madre, y ahora nosotros tenemos que ocupar ese hueco. Por ello es muy importante que le dediquemos tiempo y le hagamos sentir que se encuentra en un entorno donde estará protegido y no le faltará nada.
El primer año de nuestro perro y la paciencia
Por ello es importante que seamos suficientemente pacientes, ya que es la mejor forma de poder sacar adelante a nuestro nuevo compañero.
Lo más habitual en estos casos es que cometa algún tipo de gamberrada, estropee alguna cosa, evidentemente no está educado y no sabe dónde tiene que hacer sus necesidades, mordisquea todo lo que hay a su alrededor, se sube donde no queremos o incluso siempre está liado entre nuestras piernas.
Por ello es muy importante que tengamos claro que se trata de un cachorro y que debemos comenzar a establecer las normas dentro y fuera de casa, pero siempre desde la paciencia y la comprensión para que dichos cambios se fortalezcan y todo evolucione de la forma más rápida posible.
Por otra parte no debemos intimidarlo, ya que se sentirá inseguro y desprotegido, por lo que es importante ser firmes, enérgicos y no consentir, pero a la vez debemos ser comprensivos con él y saber que todavía queda mucho esfuerzo por delante.
Una alimentación equilibrada
Por otra parte, durante el primer año también será muy importante que le aportemos una alimentación equilibrada. Dependiendo de sus meses la alimentación variará, algo que debemos tener muy en cuenta si queremos que crezca sano y fuerte.
Finalmente, nada más adoptar a nuestro nuevo compañero, es importante que nos dirijamos a nuestro veterinario con el objetivo de comenzar con las vacunas y aclarar todas las dudas que nos puedan surgir.
0 comentarios