El fuerte vinculo que se genera entre los humanos y los perros, los mejores amigos del hombre, radicaría en una especie proceso hormonal que se desencadena cuando ambas especies se miran, algunos científicos arriesgan a decir que este proceso hormonal es parecido al que se da entre una madre y su hijo, algo que tal parece haber sido confirmado por un estudio realizado el mes pasado.
El equipo de científicos encargado de llevar a cabo esta investigación, liderado por Miho Nagsawa, compró como la mirada entre el perro y su dueño hace que se disparen en las dos especies los niveles de oxitocina dentro del cerebro. Ésta hormona llamada oxitocina está relacionada a los patrones sexuales, a la conducta paterna y a la conducta materna, es por eso que se la relaciona con la mirada entre un hijo y una madre.
El amor entre perros y humanos ¿es enfermizo?
Viendo la primer parte de este estudio muchos podrían llegar a pensar que este amor que tenemos ante los perros puede llegar a sonar algo enfermizo y raro, pero nada de esto es verdad ya que la relación entre estas dos especies no tiene nada que ver con una relación sexual o algo por el estilo ya que todas las especies que viven en la faz de la tierra suelen tener una tendencia “amorosa” frente a un cachorro de otra especie, y esto se debe a que los mismos presentan fragilidad y necesidad de que alguien los cuiden.
Esto es lo que sucede al momento de adoptar o comprar un cachorro, pues desde pequeños los mismos piensan que estamos ahí para protegerlos y por ende se genera un vinculo que pocas veces pueden romperse (se rompe solo en aquellos casos en donde el dueño abandona a la mascota).
El estudio sobre la relación entre perros y humanos
Para poder realizar esta peculiar investigación, los científicos pusieron en un cuarto distintos perros con sus dueños y documentaron por unos 30 minutos la relación entre ambas partes.
Luego de ver el comportamiento midieron los niveles de oxitocina tanto en la orina de los perros como de sus dueños y descubrieron que con tan solo tener un contacto visual entre ambos elevó estos niveles de la hormona en grandes cantidades de un momento a otro.
Pero el experimento no terminó allí, pues luego se realizó un 2do estudio en donde se roció de oxitocina a los perros y los colocaron en una habitación nuevamente con sus dueños y varios desconocidos. Los animales respondieron aumentando el tiempo en el que miraban a sus dueños y después de media hora los niveles de oxitocina crecieron en los dueños de aquellos perros que habían sido rociados con esta hormona.
Así que ya sabes, la próxima vez que veas a tu perro y que él te vea a ti sabrás que los niveles de oxitocina tuyo y de tu perro aumentarán ya que la relación que tienes con tu mascota es más fuerte de lo que parece.
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