En esta ocasión vamos a hablar de la eclampsia en las hembras, una enfermedad que se produce ya sea cuando la perra está embarazada o incluso después de parir a sus cachorros.
La fiebre de la leche o eclampsia
La eclampsia también se conoce como la fiebre de la leche, y es una enfermedad que está basada en un descenso considerable de los niveles de calcio. Esto se produce especialmente cuando la perra ha tenido varios cachorros, por lo que se entiende que se ha producido un consumo de calcio mayor de lo habitual.
En cuanto al riesgo de que aparezcan la enfermedad, puede incluso desarrollarse hasta dos semanas después del parto, por lo que, especialmente si ha tenido muchos cachorros, es muy importante que la observemos adecuadamente y llevemos un mantenimiento correcto siempre aconsejados por nuestro veterinario de confianza.
No olvidemos que este calcio se está consumiendo para darle la estructura ósea a las crías, lo que significa que durante toda la gestación es posible que sea preciso realizar un mantenimiento. Por ello, desde aquí siempre recomendamos que cada vez que nuestra compañera se quede embarazada, lo primero que debemos hacer es ponernos en contacto con el veterinario para poder hacer un seguimiento adecuado.
Cómo detectar la eclampsia o fiebre de la leche
No obstante, si nunca hemos visto un animal que parezca esta enfermedad, es posible que en estos momentos nos estén surgiendo muchas dudas debido a que no tenemos claros los patrones necesarios para poder saber si existe o no esta enfermedad.
Por ello, algunos de los puntos que deberemos observar es su estado de ánimo. Una de las características de la fiebre de la leche es que en la perra empieza a estar muy agitada. Por norma general veremos que empieza a temblar sin que exista razón aparente (miedos, frío, etcétera), sufre algunas convulsiones, se tumba como si estuviese teniendo un ataque e incluso su saliva acaba mojando la zona de su morro.
Excepto en casos verdaderamente claros, el animal nunca llega a perder la conciencia, pero sí podremos observar que se pone muy rígido.
En definitiva, la sintomatología que podemos apreciar es como si se hubiese intoxicado, aunque la enfermedad no es ni mínimamente parecida.
Cómo proceder en el caso de eclampsia o fiebre de la leche
En estos casos se deberá realizar un tratamiento que sea recomendado por el veterinario, evitando los remedios caseros a los que recurrimos en ocasiones, ya que podemos agravar la situación.
En el caso de que no procedamos con suficiente tiempo corremos el riesgo incluso de provocar infartos o morir por agotamiento. Por ello es muy importante que a la mínima duda nos pongamos en contacto con nuestro veterinario.
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