A continuación vamos a hablar sobre las quemaduras en los perros con el objetivo de analizar los cuidados que debemos tener dependiendo de cada caso.
Qué es una quemadura
Una quemadura es una lesión que se produce principalmente en nuestra piel y que consiste en una pérdida producida por la destrucción de los tejidos.
Las quemaduras pueden ser producidas por distintos factores que se dividen en tres grandes grupos: quemaduras térmicas, quemaduras químicas y quemaduras eléctricas. En cuanto a las quemaduras térmicas son quemaduras que tiene lugar debido a temperaturas extremas, ya sean por calor o por frío. Las quemaduras químicas vienen dadas por la aplicación de algún producto químico. Finalmente, las quemaduras eléctricas se producen por descargas.
Sin embargo, dependiendo de su gravedad podemos dividirlas en cuatro grupos distintos que son primer grado donde entran aquellas quemaduras superficiales, segundo grado cuando sin ser demasiado graves se llegan a producir ampollas o incluso se desprende la epidermis (estas pueden ser superficiales o profundas). En cuanto al tercer grado incluye aquellas quemaduras graves donde incluso podemos apreciar heridas abiertas, infección y se detecta una importante pérdida de líquido. Finalmente tenemos las quemaduras de cuarto grado que es cuando se produce la carbonización del tejido dando lugar a la necrosis.
El tratamiento de las quemaduras
Por ello y en todo caso deberemos tener muy en cuenta cómo podemos realizar el tratamiento de las quemaduras dependiendo del grado en el que se encuentren catalogadas.
Si las quemaduras son de primer grado deberemos proceder a lavar la zona con agua lo más fría posible, eliminar el pelo, hidratar y cubrir para evitar el contacto con el aire.
Sin embargo, si las quemaduras son de segundo o tercer grado procederemos a limpiar en la medida de lo posible la zona pero sin incidir demasiado y finalmente colocaremos un apósito y un vendaje.
Es muy importante que si la quemadura es abierta no intentemos realizar ningún tipo de cura por nuestra parte, ya que lo que podemos hacer es agravar la situación en lugar de mejorarla. Lo que sí se nos permite es utilizar compresas empapadas en agua muy fría.
En todo caso es muy importante que si nuestro perro sufre una lesión de este tipo acudamos al veterinario lo antes posible, indicando en cada caso el modo en el que se ha producido la quemadura e incluso llevando el recipiente del producto químico si es necesario.
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